
Pocas situaciones producen tanta frustración como la de intentar abrir un recipiente y no tener el abridor adecuado. Los fabricantes de latas nos han facilitado la vida con el abrefácil y ya no es tan común necesitar un abrelatas (si eres zurdo como yo, lo habrás agradecido).
Sin embargo, todavía no han inventado un abrefácil para las botellas de vino y todavía es necesario un sacarcorchos…. ¿O tal vez no?
Este utensilio que todos tenemos perdido en algún cajón de la cocina, pero si estamos de vacaciones o en casa de unos amigos, encontrar un sacacorchos puede resultar difícil.
En el artículo de hoy, vamos a enseñaros unos trucos para abrir el vino si no tiene un sacacorchos a mano.
Trucos para descorchar el vino cuando no tienes sacacorchos
Algunas de estas prácticas debes llevarlas a cabo con cautela, ya que, puedes lesionarte con alguno de los objetos punzantes que se utilizan.
- Destornillador, tornillo y martillo: Con cuidado introduce un tornillo largo en el centro del corcho, ayudándote de un destornillador hasta dejar únicamente unos centímetros fuera del tapón. Con el sacaclavos del martillo estira del tornillo suavemente para sacar el tapón. Si no dispones de martillo, también puedes usar unos alicates.
- Con una alcayata redonda: La alcayata es una especie de tornillo que acaba un círculo redondo (las que se ponen en los marcos para colgarlos en la pared. Al igual que en el método anterior, asegúrate que sea lo suficientemente largo. Introduce completamente la alcayata en el centro del corcho y después tira de ella ayudándote de un alicate o un objeto similar.
- Con un cuchillo: Escoge un cuchillo de mesa con la punta afilada y de sierra (cuchillo de carne). Asegúrate que sea un cuchillo de alta calidad. Con cautela, clava la punta del cuchillo en el centro del corcho y comienza a girar. Al principio, ejercerá mucha resistencia mueve primero la botella en lugar del cuchillo, hasta que el corcho comience a moverse. Continúa girando y estirando el cuchillo para que el tapón se vaya levantando.
- Golpeando la botella contra la pared: Tienes que tener mucho cuidado para llevarlo a cabo, ya que puede resultar peligroso. Si se rompe la botella podrías cortarte con lo cristales. Envuelve la botella con unos paños o una toalla y colócalo dentro de un zapato de suele plana y gruesa. Golpea la base del zapato contra la pared, el tapón irá saliendo poco a poco.
- Con un soplete: Si tienes un soplete de cocina de una potencia medianamente decente, dirige la llama hacia la basa del tapón a través del vidrio. Con cuidado de quemarte. La acción del calor hará que el tapón salga por presión, ten cuidado porque puede salir con fuerza.
- Percha metálica: De hecho, valdría cualquier alambre metálico grueso que te permita tirar del tapón. Dale una forma cilíndrica estrecha al gancho de la percha para darle forma estrecha, introdúcelo en la botella sin atravesar el tapón. Cuando lleguemos al final del tapón tira hacia arriba para descorchar la botella.
- Colando el tapón: Es el método más sencillo de todo, pero no te lo recomiendo para descorchar vinos de alta gama, consiste en hacer caer el corcho dentro de la botella. No queremos que se rompa el tampón, por lo que no es recomendable usar objetos finos. Te recomendamos usar el mango de un utensilio de cocina de madera para golpear el corcho hasta hacerlo caer.
¿Qué hacer si se rompe el tapón y caen restos a la botella?
Es posible que usando uno de lo sistemas anteriores o con el propio sacacorchos rompas el tampón y caigan pedazos de este dentro del vino.
Para evitar que los restos del corcho lleguen a la copa, usa un filtro de café o infusiones para tamizar el vino. Un colador de cocina no sería la opción más adecuada ya que, el poro el demasiado grueso como para colar todas las impurezas.